En primer lugar, es rica debido a su simpleza y, en general, al no contar con demasiados condimentos, es la primera

En primer lugar, es rica debido a su simpleza y, en general, al no contar con demasiados condimentos, es la primera opcion para ordenar en cualquier local de comida al momento de dudar entre los distintos tipos y gustos de pizza.
En segundo lugar, es una de las comidas mas faciles y rapidas a la hora de tener visitas imprevistas o reuniones donde la cantidad de personas invitadas excede la cantidad de cubiertos con los que contamos, ya que este platillo se puede degustar sin la necesidad de plato, cuchillo o tenedor
Y en tercer lugar, en estos tiempos donde la economia general no es del todo buena, la pizza de muzzarella es la mas accesible para todos, siendo una eleccion simple y facil para una cena
Podría alegar exclusivamente a sus ingredientes. Pero no.

Podría ir un poco más allá, y situarme en la experiencia de tomar una porción de pizza, darle un gran bocado y observar la muzzarella estirándose sobre una masa horneada y crocante, brillando como protagonista de esa situación cargada de placer. Pero tampoco.

Podría mencionar su historia, su invención. Hablar de un plato representativo que ha marcado la historia de pueblos y ha ido evolucionando a través de los siglos hasta convertirse en un verdadero clásico. Y comienzo a acercarme.

Eureka! Lo que convierte a la pizza de muzzarella en la más rica de todas, es su condición de clásico. Entendiendo por esto lo tradicional, ligado a usos y costumbres sociales, se despiertan en mi cabeza analogías que ejemplifican el valor de este plato.

La pizza de muzarrella es el Boca-River para el fútbol argentino. Los Beatles para la música. Casablanca para el cine. Elvis Presley para el rock and roll. El Tetris para los video juegos. El Peugeot 504 para los taxistas. El diván para Freud. Helvética para los diseñadores. París para el amor. El obelisco para Buenos Aires.

Simplemente, clásicos.